Agua, ¡a tu salud!
La hidratación no sólo es vital cuando hace calor. Bebe suficiente líquido todos los días y tu cuerpo se beneficiará (incluyendo tu cerebro).
“El
agua es una necesidad básica para la salud celular”, dice el doctor Ronald Navarro, cirujano ortopédico y de medicina deportiva del Centro Médico Kaiser Permanente South Bay, en Harbor City, California.La cantidad de agua depende de muchos factores: tu peso, el clima del lugar donde vives, la frecuencia con la que te ejercitas.La antigua regla de oro de ocho vasos de 250 mililitros al día no está mal para empezar, pero el Instituto de Medicina recomienda más para la mayor parte de las personas que viven en climas templados.La señal más clara de que estás bien hidratado es una orina color amarillo pálido.Si la tuya es amarilla oscura, bebe más H₂O. Un mejor indicador puede ser cómo te sientes en general. De hecho, el agua puede ser un poderoso elixir para mente y cuerpo. Así que, sírvete un buen vaso, siéntate y échale un vistazo a las muchas maneras en que estar bien hidratado puede mejorar tu salud.
Beber suficiente agua evita problemas
Tendrás mucha energía
El agua te ayuda a mantener un flujo constante de nutrientes hacia las células, lo cual aumenta la energía.Cuando te deshidratas, las membranas celulares se vuelven menos permeables e impiden este flujo, lo que
afecta tu rendimiento físico y mental y hace que te sientas aletargado, según una revisión de investigaciones sobre hidratación hecha por científicos de la Universidad de Carolina del Norte y la Universidad Tufts.
Sudarás
Una frente húmeda durante la actividad física muestra que tu cuerpo está logrando mantener una temperatura normal, y el agua es la clave.
Podrías bajar de peso
Un nuevo estudio de la
Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, hecho en más de 18,000 adultos, reveló que cuando aumentó la ingesta diaria de agua entre uno y tres vasos de 250 mililitros (además de los cuatro que ya bebían, en promedio), comieron menos: consumieron hasta 205 calorías menos al día.
Tu memoria podría mejorar
Tu cerebro depende en gran medida de los fluidos;
las sinapsis y las neuronas necesitan líquido para conectarse adecuadamente.Según una revisión publicada en la revista Nutrients,
los estudios han revelado una y otra vez que la memoria y la atención de los niños mejora tras beber agua. La investigación es menos clara sobre si lo mismo sucede en los adultos.
Tu piel estará radiante
De acuerdo con investigaciones, la piel se compone de agua en, por lo menos, un 30 por ciento. Si las células de la piel no obtienen el agua que necesitan, comienzan a marchitarse y arrugarse.Pero si bebes suficiente agua, tus células se rellenan y la aparición de las arrugas disminuye.
Estarás de mejor humor
Cuando las mujeres que participaron en un pequeño estudio realizado por la
Universidad de Connecticut, en Estados Unidos, perdieron tan sólo el 1.36 por ciento de su masa corporal por el sudor (y no bebieron suficiente agua para reemplazarlo),
su estado de ánimo se deterioró y fueron más propensas a padecer dolor de cabeza y fatiga.Trucos para garantizar que tomas la cantidad de agua que necesitas
Pon alarmas en tu teléfono para recordarte que debes beber.Con un marcador permanente, traza niveles de agua y plazos específicos para alcanzarlos en
tu botellaRefrigérala. Aunque las preferencias de temperatura varían de persona a persona, es probable que bebas más agua si está fría, según la maestra Joanne Larsen, nutrióloga de DenverToma un vaso antes de comer. Si te hartas de la típica H₂0, realza tu experiencia de hidratación con una pócima espumosa o saborizada. El agua con burbujas ofrece los mismos beneficios que la normal y la fruta le da sabor (aléjate del agua tónica, que contiene sodio y azúcar añadidos). También puedes comer frutas y verduras con alto contenido de agua, como sandía, pepinos, tomates, uvas y cerezas.Los tés de hierbas, la leche y las bebidas deportivas pueden ayudarte a mantenerte hidratado, siempre y cuando no contengan demasiada cafeína o azúcar.La cafeína podría tener un efecto diurético leve y estimular a los riñones a excretar agua, mientras que los refrescos azucarados, según Larsen, “extraen agua del tejido circundante para diluir el azúcar concentrado en el refresco, lo que menoscaba la hidratación”.