Beber agua para el dolor muscular es un buen remedio.
Cuando se produce un balance negativo de agua en nuestro organismo, surgen una serie de señales de alarma en forma de cansancio, pérdida de concentración y finalmente dolor muscular. Los efectos de la deshidratación en nuestro organismo están más que demostrados por la comunidad científica y médica.
Las personas que habitualmente presentan más riesgo de sufrir los efectos de la deshidratación y que por tanto deben recurrir al agua para el dolor muscular son, evidentemente, los deportistas. Independientemente de que se trate de profesionales del deporte o de aficionados al ejercicio físico, hay que analizar que ellos son los que más posibilidades tienen de sufrir dolores musculares por su exposición al ejercicio físico intenso.
La importancia de hidratarse antes, durante y después del ejercicio físico
La correcta hidratación es fundamental para los deportistas incluso antes de iniciar la actividad deportiva, ya que muchos cometen el error de empezar a ejercitarse con un nivel bajo de hidratación. Las posibilidades de sufrir los efectos de la deshidratación aumentan si no bebes agua para prevenir el dolor muscular, en especial si se realiza deporte o trabajo físico en condiciones de mucho calor o humedad. Pero también en un entrono frío o de altitud puede hacer que se pierdan líquidos y electrolitos en gran cantidad.
Cómo reaccionamos ante la deshidratación
Si nuestro organismo se deshidrata de manera repentina, los síntomas van a resultar más graves y rápidos que si la deshidratación se produce de manera gradual. En este sentido, la capacidad de adaptación y de respuesta de nuestro cuerpo es fundamental para evitar lesiones musculares graves. En todo caso, los síntomas están muy relacionados con el porcentaje de pérdida de peso proveniente de la deshidratación.
Nuestro organismo es muy sensible a la deshidratación. Sólo con que perdamos entre un 1% y un 2% de peso en forma de sudor o de pérdida de líquidos nuestro cuerpo ya reacciona con sed intensa, malestar, cansancio, dolor de cabeza y debilidad, que por sí mismo pueden propiciar pérdida de concentración y, por consiguiente, caídas con roturas o torceduras musculares.
Quién sufre más la deshidratación
No es necesario ser deportista o realizar actividad física tan intensa para sufrir los efectos de la deshidratación. Hay colectivos que son más susceptibles de sufrir dolor muscular por la falta de consumo de agua, como son por ejemplo los bebés, las mujeres embarazadas y los ancianos. Es importante la comunicación con los médicos para que nos den consejos acerca del consumo de agua para evitar los efectos de la deshidratación en el organismo.
Un vaso de agua más al día puede marcar la diferencia
Y es que más allá del papel obvio que tiene beber agua para nuestro organismo, no debemos olvidar que el agua tiene un papel regulador para muchos órganos. Como sabemos, en la cuestión del dolor, quien lanza las señales de aviso es siempre es el cerebro. Una consecuencia de la deshidratación es que nuestro cerebro está rindiendo por debajo de su nivel y, por lo tanto, seremos más proclives a notar esos dolores. Cuando pensamos en combatir el dolor, siempre pensamos en medicinas o tratamientos, pero rara vez se nos ocurre que bebiendo más agua podríamos hacer frente a molestias y malestar.
Otra de las claves para asegurar una buena hidratación es apostar por un agua de calidad con un sistema de ósmosis inversa que ayude a eliminar cal y otras substancias que puedan haber en el agua.El simple gesto de beber agua, o incrementar la cantidad de agua que bebemos cada día, puede hacer que reduzcamos considerablemente el riesgo de sufrir lesiones musculares.