Consejos para preparar el mejor café en casa

El arte del buen café en casa.

No hay nada como un buen café en cualquier momento del día, pero también hay pocas cosas peores que un café malo.

Porque nos encanta una buena taza de café, sencilla pero, al mismo tiempo, compleja infusión, y creemos que merece la pena seguir algunos consejos básicos para degustarlo como se merece.

Hay muchas formas de preparar un café de calidad, dependiendo de las costumbres de cada cultura, de la cafetera que se utilice y de los gustos personales. Está claro que tener una buena máquina es un primer paso importante, y podemos invertir todo el presupuesto que queramos permitirnos, pero no es lo único a tener en cuenta.

1. Compra buen café natural y olvida el torrefacto

De lo que hay que huir para siempre es del torrefacto, un crimen contra el café de calidad. A pesar de lo que mucha gente sigue creyendo, no contiene más cafeína porque parece que es más “fuerte”. Sencillamente es más amargo porque se mezcla con azúcar, que al calentarse se carameliza y se quema, destrozando las cualidades del café. Siempre, siempre, café natural.

2. Apuesta por el café en grano

Los granos de café son una materia prima delicada que empiezan a perder propiedades cuanto más procesados están. Por eso es conveniente comprar café en grano para molerlo en casa, ya sea con una cafetera automática o con un molinillo que compremos aparte. Si es manual, mucho mejor, aunque un buen molinillo eléctrico siempre será mejor que comprar café molido. El café comienza a liberar sus aromas desde el mismo momento en el que se muele, perdiendo así sabor.

3. Busca siempre el café más fresco

No solo conviene moler los granos al momento, también es recomendable adquirir el café más fresco posible. Cuando menos tiempo haya transcurrido desde que há sido cosechado, secado, transportado y tostado, mucho mejor. Por eso es mejor confiar en profesionales que sean especialistas de verdad, que traten el café que venden con el cuidado que se merece. Por supuesto, es clave que se nos pueda asegurar que el tueste de los granos es diario, para llevarlos lo más frescos posibles a casa.

4. Adapta el grado de molido

Para ajustar mucho más la perfección es necesario prestar atención al grado de la molienda. Con el molido de los granos de café lo que buscamos es facilitar la extracción mediante la infusión, por lo que deberá ser distinta según el método de preparación. Los grandes baristas profesionales saben su importancia y lo dominan a la perfección, ya que una variación del ajuste en las cafeteras pueden cambiar drásticamente la calidad de las tazas. Nosotros no tenemos que complicarnos demasiado en casa. Es suficiente con saber que, cuanto más tiempo pase el café en contacto con el agua, más grueso deberá sel grano

5. Presta atención al agua

El otro ingrediente fundamental para preparar un café es el agua, y no deberíamos tomarla a la ligera. Es la base de la infusión y debería ser de la mejor calidad posible, ya que un agua mala puede estropear cualquier preparación. Y jamás hay que usar agua caliente para acelarar el proceso, debe calentarse de forma gradual para no afectar al proceso natural de infusión.

Elige agua purificada Hidrolit ya que es totalmente transparente. La temperatura debe ser siempre constante, y en los procesos manuales, se recomienda echar el agua justo antes de entrar en ebullición.

6. Ajusta la proporción agua-café

Aquí depende un poco de los gustos particulares y de la cultura cafetera de la región, pero no es una proporción que se deba dejar al azar. También depende del tipo de cafetera que vamos a usar; por ejemplo, con la italiana se recomienda llenar de agua hasta la válvula, sin sumergirla. Está claro que a mayor proporción de agua, más “clarete” saldrá el café, con menos cuerpo y menos aroma.

La cantidad de café para cada infusión es igualmente importante. De nuevo, las distintas cafeteras tienen ajustes diferentes, y no conviene pasarse. Un espresso suele tener unos 8 gramos de café, y si bien los profesionales deben prensarlo, en la cafetera italiana no debemos hacerlo. Hay que dejar que el café caiga con naturalidad sin aplastarlo en el depósito.

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